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Ponencia ¿Que son los libros?

¿QUÈ SON LOS LIBROS?

Estela Socías Muñoz

“Desde que el hombre aprendió a  vivir en  la intimidad de los libros, descubrió un lenguaje entrañable. Leer un libro es como abrazar y ser abrazado: Nada sustituye la intensidad de ese hechizo”.

Tomás Eloy Martínez.

I.- Introducción

En esta investigación se persigue entregar una serie de reflexiones, desde la perspectiva de una escritora infantil, a todos los involucrados en el proceso de crear, publicar, difundir y motivar la lectura en los niños desde la cuna, es decir, a los escritores, las editoriales, los dibujantes, los libreros, la familia y los educadores.

II.- Conocer el Objeto: El Libro

Aunque resulte aparentemente demasiado simple, se puede afirmar que “a leer se aprende leyendo”. Sin embargo, el acto de lectura comienza antes que el acto mismo de leer.  Si la lectura es un modo de relación con el mundo, se requiere conocer ese mundo por el que circulan los libros. Me refiero específicamente a que los lectores, en primer lugar, necesitan:

1.- Conocer el libro como objeto cultural, y conocer también las leyes del mercado que rigen su circulación comercial y social: saber dónde pueden comprarlo, cambiarlo, pedirlo prestado, etc.

2.- Tener la posibilidad de una oferta amplia y variada de libros para poder leer, comparar, releer y equivocarse hasta formar un criterio propio.

3.- Saber cuáles son las puertas de entradas paratextuales: interpretación de índices, traducciones, años de edición, ect.  En esto último nos referimos al soporte material del texto, que incluye los elementos verbales (título, dedicatoria, epígrafe, prólogo, etc.) y los elementos icónicos que nos remiten a la gráfica del libro (tapa, contratapa, solapa, ilustraciones, diseño gráfico y tipográfico, formato y tipo de papel).

4.- Conocer dónde y cómo funciona la información sobre libros; por ejemplo, programas radiales y televisivos, suplementos culturales de diarios. Esto también nos indica que debemos estar informados sobre la interferencia comercial que existe detrás de un libro.

5.- Consultar información especializada (enciclopedias, página web).

6.- En un plano más personal, recuperar el vínculo con la figura del librero -que en muchos casos, lamentablemente, se ha perdido-como mediador entre los libros y los lectores.

III.- ¿Cómo se Elige un Libro?

1.- La Motivación

 Una de las claves de la tarea de incentivar la lectura es la motivación, lo cual tiene que ver con los intereses previos del sujeto lector, es decir, con aquello que responda a un interés del sujeto.

Un lector, en la vida diaria, cuando se acerca a un texto lo hace a partir de una motivación: lee el diario porque quiere informarse, lee un instructivo (una receta de cocina, el reglamentos de un juego etc.) para hacer algo allí indicado.

En el caso de la literatura, más que una necesidad concreta de orden práctico, la motivación del lector pasa por el placer de la lectura.

Hay que tener en cuenta una premisa básica; para que el niño (a) y el joven descubran el libro se precisa, por una parte, la interacción del adulto, su presencia en el momento en que ellos se relacionan con el libro, y por otra parte, que el niño (a) o el joven perciban la importancia que para el adulto reviste el texto escrito, es decir, el lugar que el adulto otorga a la actividad de lectura en su vida diaria.

2.- Interrogantes sobre el Libro Infantil

1.- Comencemos por interrogarnos nosotros mismos. El niño suele imitar lo que realmente somos y no lo que creemos ser o lo que queremos parecer. ¿Qué credibilidad puede tener nuestro consejo  si nosotros mismos no somos lectores?

2.- Los Padres analfabetos funcionales o “malos lectores” que abundan mucho en esta época, no tienen por qué disimular esa carencia frente a los hijos. Por lo general se benefician de otra cultura, tan prestigiosa como la de la imprenta, la cultura de tradición oral. Pueden y deben transmitírsela a sus hijos; y luego, habiendo tomado conciencia de su dignidad, hacer el intento, sin sentirse humillados, de acceder al mismo tiempo que sus hijos al universo de lo escrito, que es cada vez más necesario en nuestros días para evitar la desocupación y la exclusión.

3.- No olvidemos jamás que para un bebé, el libro no es sino un objeto entre otros, y, por lo tanto, que nos corresponde a nosotros, padres, educadores, hacerle comprender que se trata de un objeto excepcional, que es capaz de dar miedo y de tranquilizar al mismo tiempo. Nos corresponde a nosotros, los adultos, permitir ese primer contacto acariciante y reconfortante, impregnándolo de nuestro calor y nuestra ternura. Lo ideal es transformar los primero libros en ¡objetos tradicionales! Poner a competir a los libros infantiles con las muñecas y los osos de peluche.

Retomando la importancia de lo paratextual, ya señalada, es primordial permitir a los chicos un contacto directo con los libros, es decir, dejarlos a su alcance desde la más temprana infancia, permitir que los hojeen, los manipulen, los «investiguen”.

Como en otros aspectos la educación de los niños es deber de los adultos enseñarles a ser responsables con los objetos importantes y no impedirles que lo usen. Existen libros-objeto pensados especialmente para bebés (de tela o inflables, para la bañera, por ejemplo) y para niños pequeños (de tapas y hojas duras, de cartón plastificado, resistentes a la manipulación, frecuentemente de tamaño grande, con diferentes texturas, sonidos etc.).

Los especialistas en literatura infantil recomiendan los libros de la cierta manera: Aunque para muchos, la palabra seleccionar resulta irritativa, sin embargo habría que plantearse una serie de interrogantes y predicciones: Recomendar libros  ¿es sinónimo de censurar? Privilegiar los buenos libros para niños ¿es prohibir? Cuando un director de colección selecciona textos de  autores que incluirá en esa colección ¿no está recomendando bajo su criterio, que ese texto es válido para sus lectores? Cuando las instituciones internacionales publican sus recomendaciones, anuncios y premios, a través de un  jurado especializado, ¿no está seleccionando o valorizando unos textos por sobre otros?

Las editoriales suelen  dividir por edades las colecciones que publican, orientándolas hacia la edad a la que están dirigidos. Pero como no todas las empresas siguen el mismo criterio ni los lectores son homogéneos, habría que tomar los recaudos necesarios para que el libro que llegue a manos de los niños no sea sólo el que impone determinada editorial.

Es importante dejar entonces, al adulto, mediador entre el niño y el libro en las tareas de elegir qué texto ofrecer. Si no es así, se corre el peligro que el niño elija indiscriminadamente un libro que puede finalmente frustrar su capacidad lectora por no contar con ninguna sugerencia.

Desgraciadamente, los medios de comunicación masiva en nuestro país todavía no han ofrecido el espacio necesario a la crítica especializada de libros para niños. Los docentes no han recogido en su aprendizaje un estudio sistemático de la literatura infantil. Los organismos educativos no ofrecen -salvo algunas excepciones- reseñas bibliográficas de libros para niños(as) y jóvenes. Es decir, que la familia, la escuela, la biblioteca, además del propio sector infantil, están huérfanos de criterios de selección.

 3.- La Elección de un Objeto Preciado

En relación con los puntos precedentes, y para entender claramente a qué nos estamos refiriendo al hablar de la práctica concreta de seleccionar libros, podemos establecer una analogía con la elección que realizamos de una película para verla en video.  En efecto, cuando se elige una película en un videoclub, es porque previamente, se ve la publicidad y se lee, se escucha la crítica en diarios y revistas, o bien, alguien la recomendó.  Entonces, cuando se llega al video club a buscar esa película en particular, se ha tenido un previo conocimiento de ella; y, además, en su parte posterior existe un resumen del argumento, quienes trabajan  y si el film recibió premios.

A partir de esos datos, y puestos estos en relación con la competencia del espectador, enciclopedia o conocimientos del mundo, se podrá hipotetisar sobre la temática, estilo, calidad estética de la película.

Por analogía entonces, habría que hacer lo mismo con los libros infantiles.  Por su parte, es necesario contar en las escuelas de una pequeña biblioteca; en el caso de contar con pocos recursos, recurrir a los libros usados; existen varias ferias en el año, donde se surte de estos elementos; realizar algunos actos dentro de la escuela, cuyo propósito deberá ser que para participar en una actividad determinada, se deba llevar un libro, aunque sea usado.

A veces, se les pide a los pequeños(as) que aprendan a leer y escribir, pero sin libros ni bibliotecas. Es sabido que es  indispensable que los chicos se relacionen con el “objeto libro”, lo tengan en sus casas, lo lean en el colectivo, lo lleven en sus mochilas, que se genere una vivencia que, obviamente, con las fotocopias -una practica muy extendida actualmente- no se produce.

4.- Prácticas Lectoras para la Familia

Si hay libros en una casa y los actos de lectura son frecuentes, en los padres, los chicos crecerán con la convicción de que la lectura es una práctica usual; por lo mismo, es importante compartir al menos una lectura diaria en familia; eliminar de la boca de los adultos la orden ¡Lee!; crear espacios para la lectura dentro  de la casa; incluir la compra de libros dentro del presupuesto familiar; hacerse socio de bibliotecas públicas. Actualmente en Chile se cuenta con bibliotecas en la mayoría de los lugares donde existen escuelas; los adultos contamos no sólo con espacios en las escuelas, actualmente la Biblioteca Santiago, ubicada el calle Matucana, nos brinda todo lo necesario para que los educadores y una familia encuentre en ella no sólo un lugar de esparcimiento sino que también la de compartir un espacio de entretenida lectura.

5.- Importancia de la Existencia de un Mediador

Quién cumpla el rol de orientador o mediador deberá realizar un  diagnóstico del sujeto lector para proponerle luego las lecturas. Propiciar un clima de libertad y comodidad, para las actividades relacionadas con la lectura es indispensable; generar un interés sostenido.

Un texto adecuado debe ser un texto interesante, es decir, un texto que deberá movilizar los pensamientos, afectos, emociones y fantasías del lector.

IV.- Sugerencias para Escritores

Para niños de hasta 6 años las imágenes de los libros deben ser claras, los relatos pueden referirse a lo familiar, a niños (as), a animales  y no deberán ser muy extensos, lenguaje claro, historias simples y se irán complejizando progresivamente.

De 6 a 8 años les interesa el amor o fantasía, propia de los cuentos maravillosos.

De 10 a 12 años les importa la identificación con los protagonistas y por eso suelen interesarles historias con personajes grupales.

De 12 a 14 años los atraen particularmente las historias de aventuras, misterios y terror, y también la poesía, especialmente sentimental de tema amoroso.

Hay que tener presente que la lectura de un libro remite a otro y ese interés lleva a leer otros textos en algún grado afines.

V.- Narración de Cuentos

Es importante narrar cuentos a los niños (as). Siempre los más pequeños piden que les repitan una y otra vez; esto les otorga seguridad pues ellos están acostumbrados a la historia que se les relata.  Cuando son bebés  es muy importante y de gran estimulo hablarles y cantarles.

Por último y a modo de sugerencia, es importante que el docente y el bibliotecario cuenten cuentos; de esa manera estarán incentivando el libro y harán de los espacios como las bibliotecas un lugar muy agradable, lúdico, donde podrán encontrar aquellos libros que los incentiven a leer.

10.- Conclusiones

Después de hacer un breve examen sobre los libros,  creo que es necesario aprovechar de estos fenómenos de mercado con valor estético para que los niños (as) disfruten en sí mismos como hecho literario y para que, a la vez, les posibilite leer otras obras y otros autores e iniciar el placentero camino de la lectura.

No se puede olvidar que estos relatos transmitidos de generación en generación y emparentados con el mito enfrentan  al ser humano con preocupaciones compartidas y temas universales. Nos conectan con nuestra memoria, conforman nuestra conciencia social, nuestra identidad cultural y lingüística, reactualizan el pasado y contribuyen a construir el presente; a la vez, permiten establecer un diálogo con otros libros.

Para finalizar quiero dejar muy señalado que el niño se formará como lector, en la medida que lea y se entusiasme con textos atractivos y estimulantes, que estén relacionados con su experiencia de vida, que respondan a sus preguntas, que permitan el diálogo y la polémica enriquecedora y que lo hagan crecer como individuo.

NO OLVIDEN:

“Leer te da conocimiento.

El conocimiento te hace pensar.

Cuando piensas puedes elegir.

Cuando eliges eres libre”.

 

Los invito a elegir un buen libro para sus niños